domingo, 29 de junio de 2008

Bartolomé Leonardo de Argensola

A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa


Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!

Un poema

DESDE LAS NUEVE
Doce y media. Rápido pasó la hora
desde las nueve cuando encendí la lámpara
y me senté aquí. Estaba sin leer,
y sin hablar. Con quién hablar
enteramente solo en esta casa.
La imagen de mi cuerpo joven,
desde las nueve cuando encendí la lámpara,
vino y me encontró y me recordó
cerradas piezas perfumadas,
y pasado placer -¡qué atrevido placer!
Y también me trajo ante los ojos,
calles que ahora se volvieron inconocibles,
locales llenos de movimiento que se acabaron,
y teatros y cafés que alguna vez existieron.
La imagen de mi cuerpo joven
vino y me trajo también las cosas tristes:
duelos de la familia, separaciones,
sentimientos de los míos, sentimientos
tan poco apreciados de los muertos.
Doce y media. Cómo ha pasado la hora.
Doce y media. Cómo han pasado los años.

K.K.

jueves, 19 de junio de 2008

Recomendado del mes

Estupor y temblores - Amélie Nothomb

“Novela con declarada carga autobiográfica, cuenta la historia de una joven belga de 22 años, Amélie, que empieza a trabajar en Tokio en una de las mayores compañías mundiales, Yumimoto, quintaesencia de las empresas japonesas.

Con “estupor y temblores”: así es como el emperador del Sol Naciente exigía que sus súbditos se presentaran ante él. En el Japón actual, fuertemente jerarquizado (en el que cada superior es, antes que nada, el inferior de otro), Amélie, afligida por el doble handicap de ser a la vez occidental y mujer, sufre una cascada de humillaciones.

Amélie empieza en contabilidad, luego a servir cafés, pasa a la fotocopiadora y, descendiendo los escalones de la dignidad …”

sábado, 14 de junio de 2008

lunes, 2 de junio de 2008

"La prueba"



La inmiscución terrupta